lunes, 16 de noviembre de 2015

Experiencia en San Pedro

Luego de un extenso viaje, arribamos en el lugar donde sucedió el hecho histórico de la batalla de Vuelta de Obligo. En la misma zona se encontraban dos museos: ''Fauna y Flora'' y ''Museo de la Batalla de Vuelta de Obligado''. 
Al volver al centro de la ciudad de San Pedro nos dirigimos a un museo de Paleontología de la zona. 
Tanto viaje merecía un descanso, entonces pasamos el resto de la tarde comiendo y compartiendo en un camping del lugar. 

A continuación les dejamos un informe acerca de la batalla de vuelta de obligado e imágenes tomadas en el viaje:






La Batalla de Obligado es la consecuencia de la defensa de los primeros intereses económicos para el país. El General Juan Manuel de Rosas debió enfrentar conflictos armados con Uruguay, Bolivia, Brasil, Francia e Inglaterra. De todos ellos salió con la certeza de que el Estado era su patrimonio y no podía entregarse a ninguna potencia extranjera. Las potencias europeas (Inglaterra y Francia) buscaban nuevos mercados para sus productos comerciales, le interesaban nuestros suelos que producían materia prima muy barata para la época y creían posible desarrollar una acción más amplia de la libre navegación de nuestros ríos. Por otra parte, Brasil impulsaba la política expansionista iniciada por los portugueses sobre los territorios del Río de la Plata.
      En la mañana del 20 de noviembre de 1845 se divisaron las siluetas de cientos de barcos. El puerto de Buenos Aires fue bloqueado, por las dos flotas más poderosas del mundo, la francesa y la inglesa, que hasta ese momento eran creídas enemigas pero debutaron como aliadas en las tierras de Rosas.
     Ese 20 de noviembre de 1845 tuvo lugar el enfrentamiento, entre las fuerzas nacionalistas de Rosas, al mando de Lucio Mansilla contra fuerzas anglo-francesas, conocido como la Vuelta de Obligado, cerca de San Pedro. Rosas no permitía el libre paso por el río para comercializar en Corrientes y Paraguay, y ante la insistencia de las fuerzas oponentes, el por entonces gobernador mandó a encadenar el río. La escuadra anglo-francesa intentaba obtener la libre navegación del río Paraná para auxiliar a Corrientes, provincia opositora al gobierno de Rosas.
   La flota anglo - francesa llegó compuesta por seis barcos de bandera inglesa y cinco con pabellón francés. Además de las barcas carboneras para abastecer los navíos a vapor, detrás del contingente bélico, navegaba un convoy de noventa barcos mercantes de distintas banderas, cargados con mercadería para ser comercializada mientras que la defensa argentina estaba armada según el ingenio criollo. Tres enormes cadenas atravesaban el imponente Paraná de costa a costa sostenidas en 24 barcos, diez de ellos cargados de explosivos. Detrás de todo el dispositivo, esperaba heroicamente a la flota más poderosa del mundo una goleta nacional.
     En el momento de la lucha, sin duda, desigual la flota franco-inglesa desembarcó y se apoderó de las baterías Nacionales. La escuadra invasora cortaron las cadenas que atravesaban en Paraná y continuaron su viaje hacia el norte.
     Muchos reconocidos personajes comentaban sobre la actual batalla, como Alberdi (enemigo de Rosas) que comentaba sobre esto desde su exilio en Chileno ‘’el lindo país que me hospeda sin hacer agravio a su bandera, beso con amor los colores argentinos y me siento vano al verlos más ufanos y dignos que nunca. Guarden sus lágrimas los generosos llorones de nuestras desgracias aunque opuesto a Rosas como hombre de partido, he dicho que escribo con colores argentinos: Rosas no es un simple tirano a mis ojos; si en su mano hay una vara sangrienta de hierro, también veo en su cabeza la escarapela de Belgrano (…) sé que el nombre de Washington es adorado en el mundo pero no más conocido que el de Rosas;’’
    San Martín también escribía sobre lo sucedido desde Francia y hasta William Harris, entre otros, le escribió a su gobierno.
    Los ingleses levantaron el bloqueo en 1847, mientras que los franceses lo hicieron un año después. Después de todo lo sucedido recién nuestra constitución de 1.853, permitió la libre navegación de los ríos de la confederación a cualquier bandera.
    A demás de la triste pero heroíca perdida de doscientos cincuenta argentinos (y aproximadamente medio centenar de europeos) esta batalla dejo en claro la firmeza del país y Rosas frente al mundo


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